Tras tres semanas de contactos a través de redes, Nayara me invitó a cenar por mi cumpleaños, aunque tenía que ser en Irlanda, que es donde ella estaba como “au pair”. Sin pensarlo acepté la invitación con la esperanza de que fuese el principio de algo. Nayara había reservado una cena romántica. La velada estaba transcurriendo con una sintonía increíble y parecía mentira que fuese nuestra primera cita. Pasamos un fin de semana precioso con diversas actividades como la visita al zoo y paseos en carruaje. Aquella primera cita fue el inicio del amor que nos ha traído hasta aquí.

Quiero contarte algo:

Una de nuestras pasiones son los viajes que tan fantásticos recuerdos nos han dejado, como comer arroz con bogavante en una cueva en Tenerife, pasear en góndola por los canales de Venecia, visitar un pueblo de cuento en Granada , subir a la Torre Eiffel en Paris, comernos un enorme cachopo en Asturias, navegar en busca del monstruo del lago Ness en Edimburgo y de este ultimo en el que Vicente me pidió matrimonio ante el escenario del Starlite de Navidad antes del concierto de Camilo y volar a Budapest.

Así que para el próximo recuerdo cuento contigo, ya que el próximo 3 de mayo nos casamos y no puedes faltar.